La lanzadera de sueños
Eramos asteroides sin rumbo.
Aterrados entre un campo de millones de dudas.
Despertamos al chocar contra un planeta,
transformándonos en vida.
El destino nos unió.
La gravedad nos hizo flotar y formar parte de algo
que nos guió y nos hizo más fuertes.
Ahora somos lanzados y reconducidos por lo que nos llena.
No tenemos miedo a la adversidad
porque el cambio es nuestro lema.
Todo lo que convulsa, arde y destruye;
siempre se regenera en algo más compacto,
en semillas que resisten al fuego.
Somos parte de una lanzadera de sueños,
que ha reconstruido nuestras estructuras internas de un yo
y te llena de una combustión para seguir hacia un nuevo mundo.
_Está poesía es para todos mis compañeros de la Lanzadera de Barcelona,_
_mi coordinadora Naiara Pereira, Fundación Telefónica y Fundación Santa María la real; por darme esta oportunidad tan valiosa._