La cathedral
La lluvia caía bajo el campanario,
roto y desvalido
por los siglos transcurridos.
Muertos están sus bancos,
corroídas están sus piedras
que con el tiempo
se han quebrado.
El ir y venir
del viento en las altas torres
trazan su decaimiento,
piedra tras piedra, tras los roces
se desvanecen con el tiempo.
La gente pasea junto a sus ruinas,
que se desvanecen sus trazos añorados,
en sus ojos.